Así vivió el Colegio Cristóbal Colón su primer Coloquio de Filosofía
Por: Mónica Monserrat Gasteasoro Lugo
“¡Ten el valor de hacer uso de tu propia razón!” – Immanuel Kant
“El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas. El mismo que se considera amo, no deja por eso de ser menos esclavo que los demás.” -Jean Jacques Rousseau
A unos cuantos días de culminar sus estudios de preparatoria, los jóvenes de sexto semestre del Colegio Cristóbal Colón, festejaron el primer coloquio de Filosofía en modalidad híbrida titulado: “¿Realmente somos libres?: Perspectivas teóricas en torno al tema de la libertad”, con motivo de la exposición de los mejores ensayos realizados a lo largo del curso dentro de la materia de Filosofía a cargo de la maestra Mónica Monserrat Gasteasoro Lugo.
Los estudiantes de sexto semestre, organizados por sus compañeros Rebeca Gómez, Sandra Sevilla, Estefany Moctezuma, Adriana Sordo, Ana Pawling, Hannaelba Cuevas, Ángel Cano, Celia Margarita Gabriel, Ivanna Guillén, Luis Mario González, José Manuel Vargas, Sandra Zenteno, Rebecca Alarcón y Estefanía Armenta, con el apoyo de la maestra Mónica Gasteasoro, fueron los anfitriones del evento, para el cual buscaron organizarse y cuidar al máximo cada detalle de modo que tanto estudiantes como profesores pudieran disfrutar de un espacio de reflexión colectiva sobre el tema de la libertad.
El evento comenzó con las palabras de la maestra Emma Illescas, directora general del Colegio, quien se encargó de inaugurar el evento con un emotivo discurso en el que puntualizó la importancia de los límites para el goce de una libertad respetuosa de la del otro. Posteriormente, la alumna Ailanni Vélez, con el apoyo de Jorge Mendez, mostró gran profesionalismo y desenvoltura moderando la primera mesa, la cual contó con la destacada participación de la alumna Ana Emilia Zavala, quien de manera remota se enlazó para exponer su ensayo, en el cual de la mano de la filosofía de Jean Paul Sartre habló de la angustia que genera el tomar una decisión y cómo es que finalmente hemos sido “condenados a la libertad” por lo cual nos corresponde hacernos cargo de ella de forma responsable apelando a nuestra humanidad. Después, continuó el alumno José Luis Lagunes, quien hizo una interesante reflexión sobre el adoctrinamiento y sobre cómo la manera en que se piensa o actúa es determinada por el núcleo social en el que se nace y cómo es que esta herencia determina lo que consideramos verdadero o aceptable.
A estas reflexiones siguieron las de la alumna Grissel Jiménez, quien señaló la importancia de la libertad y cómo es que apreciamos esto solo cuando la vemos perdida. Además, destacó que aunque la libertad es hasta cierto punto relativa, gozar de nuestra libertad implica respetar el derecho del otro a la suya. Siguiendo este último punto, la alumna Mariana De Arredondo expuso su ensayo con maestría, puntualizando la importancia de distinguir entre libertad y libertinaje, así como de no afectar a otros con las acciones que cometemos. Y poniendo sobre la mesa grandes preguntas como ¿Por qué nos interesa o criticamos tanto la manera en que otras personas viven sus vidas, aún cuando eso no implique directamente una afectación sobre las nuestras? Denunciando así los diferentes tipos de discriminación que hay hacia los derechos humanos, misma que se produce al evitar empatizar con el mundo vital de la otra persona.
Asimismo, recordando a Mikhail Bakunin, Mariana compartió la siguiente cita del autor: “Me vuelvo libre , en el verdadero sentido, solo gracias a la libertad de los demás”. Las participaciones de la primera mesa concluyeron con las palabras de Karina Sanjuan quien recordó que aunque nacemos sin una esencia determinada, nuestras condiciones sociales nos van construyendo una, señalando también que una de las formas más preocupantes de esa determinación social es la económica, puesto que el mercado termina por ser uno de los grandes problemas al momento de tomar decisiones, mostrando que pese a nuestra libertad innata, nuestras diferencias económicas privilegian a unos por encima de otros en el acceso a la libertad.
Culminando la primera mesa, y tras un coffee break, especialmente preparado por los mismos estudiantes de sexto semestre, los alumnos regresaron a escuchar la segunda mesa, a cargo de la moderación del alumno Cedric Arteaga y con el apoyo de la alumna María Fernanda Hernández. La primera participante de la mesa, Valeria Espinoza, deleitó a la audiencia con un particular estilo poético en la escritura de su ensayo, en el cual reflexionó acerca del cómo es que solo unos cuantos tienen el privilegio de hacer uso de su libertad y constituirse como personas en el sentido estricto de la palabra, mientras que otros, en palabras de la autora, “permanecen marionetas de la sociedad”, del mismo modo puntualizó la importancia de ligar la cuestión de la libertad a las reflexiones éticas.
Tras la participación de Valeria, la alumna Patricia Celina González, haciendo un contraste con las ciencias exactas y las nociones de azar y determinismo, compartió importantes aspectos que diferencian las dos principales posturas sobre la libertad: el determinismo y el libertinismo. Otra participante que destacó fue Leilany Rojas quien expuso un ensayo en el que reflexionó sobre la libertad en el caso de las mujeres indígenas, mismas que han visto pisoteada su libertad a lo largo de la historia, por lo cual es necesario, reevaluar dicho término a la luz de la conciencia de diversos factores sociales para evitar la discriminación de los pueblos indígenas así como del sector más vulnerable en ellos: las mujeres. Así pues, Leilany remarcó la necesidad de revisar el concepto de libertad para hacer reformas en las que se incluyan y reivindiquen las múltiples formas de existencia diferentes a las hegemónicas.
Por su parte, el alumno Tristán Gael Ramírez, reflexionó sobre la libertad de expresión, denunciando el grave problema que representa la censura y poniendo de relieve la importancia de sostener ideas contrarias a las “políticamente correctas”, puesto que de otra manera perdemos nuestra libertad de pensamiento y nos comenzamos a comportar como meras ovejas que carecen de voluntad y pensamiento propios.
Continuó la participación de Agustín Barojas, en la cual el estudiante reflexionó respecto de cómo muchas veces la libertad es utilizada como una excusa para buscar someter a otros generando desigualdad en el acceso a recursos básicos, cuestión que termina por determinar las elecciones de vida de cada persona constituyendo individuos que se resignan en vez de vivir en plenitud, ante esto expresó “quiero pensar que en algún lugar la comida será gratis, el agua será gratis, la educación también, cosas que nos formen como personas y lo básico para sobrevivir por lo menos”.
Tras esto, su compañero Carlos Diez continuó con su ensayo, en el cual de la mano de grandes autores clásicos como Shakespeare y Sófocles, utilizó las grandes tragedias para ilustrar el papel paradójico de la libertad, concluyendo que son nuestras propias elecciones aquellas que van determinando nuestro destino, así pues, el ser humano termina por transformarse en un artista que crea su propia vida con los materiales que le tocan, recalcando la importancia de cuidar la manera en la cual construimos esa obra de arte que es nuestra vida, para lo cual hemos de tener bien presente que cualquier decisión entraña una indagación sobre quiénes somos y quiénes deseamos ser.
Finalmente, la mesa concluyó con la interesante propuesta de Francisco Manuel Justo, quien desarrolló un ensayo de un estilo peculiar rompiendo con las normas académicas, jugando con tintes cómicos e irónicos para establecer una potente crítica hacia la rigidez de las instituciones, así como poner de manifiesto que la libertad es algo que debe acotarse puesto que de otra manera resulta por ser agobiante para el ser humano y las demás personas.
Al finalizar la mesa y tras unos minutos de reflexión con el público, el estudiante Marco Domínguez con el apoyo de Hannia Alin Guerra, desempeñó un gran papel como moderador de la tercera mesa. Las participaciones iniciaron con la ponencia de Miriam Cervantes quien puntualizó que la libertad es algo que tiene que ver más bien con un estado mental y personal, por lo cual, desde su punto de vista, el sentir dicha libertad realizada tiene que ver más bien con nuestra actitud ante las situaciones que nos plantea al entorno. Asimismo, la mesa también contó con la valiosa participación de Mariana Pérez quien en su ensayo planteó el importante tema del olvido del ser, ese que sucede cuando abandonamos quienes somos por querer ir con la corriente y dejamos de ser dueños de nosotros mismos. Por su parte, Elisa del Castillo, contrastó las ideas de Juan Calvino con las de Jean Paul Sartre, reflexionando sobre el papel de Dios y del mal en el ejercicio de la libertad, llegando a la conclusión de que Dios nos ha hecho libres para cometer nuestros propios errores y aciertos por lo que es exclusivamente nuestra responsabilidad la manera en la cual decidimos hacer uso de esta libertad. Asimismo, el estudiante Emiliano Orozco habló de cómo el individuo se ve determinado por diferentes aspectos desde biológicos hasta sociales, y cómo es que los individuos se encuentran insertos en un sistema que los lleva a reproducir ciertas formas de ser y estar en el mundo, muchas de las cuales terminan por privilegiar solamente a algunos, por lo cual las personas deberían aferrarse a su capacidad de autodeterminación.
La tercera mesa concluyó con la participación de Samira Yunes, quien abonó a las reflexiones previas, relacionando el tema de la libertad con la búsqueda de la felicidad, compartiendo una importante crítica a los medios de comunicación, mismos que influyen de tal modo en nuestra voluntad que nos llevan a desear cosas que no necesitamos bajo la promesa de hacernos felices, y que de este modo terminan por esclavizarnos a la idea de que si no consumimos dichos productos o no actuamos de cierta manera no lograremos una vida plena.
Finalmente, la cuarta mesa del coloquio, cerró con broche de oro bajo la moderación de la alumna Sofía Prado con apoyo de Ricardo García, al despertar en el público bastante interés por participar en las disertaciones.
La primera estudiante que compartió su ensayo fue Valeria Larracilla, quien con gran seguridad en su exposición, reflexionó sobre los privilegios de clase y puso sobre la mesa cuestiones como la de la evolución, teoría que desde un punto de vista biológico no suele ser tan cuestionable, pero desde un punto de vista social despierta preguntas sobre ¿Qué deberíamos hacer los individuos que conforman la sociedad para que los cambios que en ella se producen puedan hacer que esta evolucione y mejore?
Siguió la estudiante Lilian López, quien habló de la dificultad de definir el significado de la libertad cuando esta es susceptible de ser interpretada de diferentes maneras, no obstante, esa misma razón implica considerar que no estamos solos y que por tanto somos responsables de la manera en que la usamos. Por otro lado, el alumno Ricardo Morales, complementó esto último acentuando la importancia de la ética, añadiendo la necesidad de una educación en valores para el ejercicio pleno de nuestra libertad, tomando en consideración no únicamente factores personales sino sociales. Asimismo, continuó la reflexión del alumno Omar García quien, de la mano de la filosofía estoica de Epicteto, señaló que la verdadera libertad proviene de nuestra capacidad de dominar nuestras representaciones mentales sobre lo que nos rodea, así como seguir aquello que nos es natural y conveniente, recordando también que al vivir en sociedad, lo natural es cumplir de la mejor manera con los roles previamente establecidos por la sociedad. Por último, José Mariano Arriaga, de la mano de filósofos como Proudhon y Rousseau hizo una interesante crítica a la relación que se ha establecido en las sociedades modernas entre la libertad y la propiedad privada, dónde señaló que la idea de libertad que sostiene al liberalismo ha terminado por consolidar sociedades en las que cada día son más palpables los estragos de la desigualdad económica, invitando a la audiencia a reflexionar qué tan deseable es vivir en una sociedad que se sustenta bajo dicho concepto de libertad.
Finalmente, el coloquio concluyó con un fértil diálogo entre la audiencia y los panelistas, dejando de manifiesto que la pregunta sobre la definición de la libertad sigue abierta y solamente mediante espacios de reflexión, donde se expongan y contrasten puntos de vista diferentes, es posible llegar a vislumbrar ciertos acuerdos que nos permitan una mejor convivencia social así como una vida más auténtica y plena, por lo que es importante no dejar de lado disciplinas como la filosofía y la ética que permiten cuestionar y entablar discusiones con las demás materias para posicionarnos en ellas desde un compromiso crítico y consciente con nuestro presente que nos permita hacer cambios que beneficien a todas las personas y seres que habitan el mundo.
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