Carta de noviembre de 2022

Estimada Comunidad Educativa

Iniciamos el mes de noviembre con la celebración de la solemnidad de Todos los Santos y el día 2 con la Conmemoración de los Fieles Difuntos, es por ello que las primeras líneas de esta carta están dedicadas a quienes “nos han precedido en el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz”. El Catecismo de la Iglesia Católica (n. 958) nos dice que “la Iglesia peregrina… desde los primeros tiempos del cristianismo, honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció sufragios por ellos, pues, `es una idea piadosa y santa orar por los difuntos para que sean liberados del pecado’ (2 Mac, 12,46)”.

Poner los altares, visitas al cementerio (en la medida de lo posible), pero sobre todo hacer oración por los familiares, los amigos y todas las personas que han sido llamadas a la presencia de Dios Padre es, en primer lugar, una profesión de Fe en la resurrección, en la promesa de la vida eterna.

También la intercesión de la Santísima Virgen María y de todos los Santos, la plegaria de las almas del purgatorio y nuestras propias oraciones, sacrificios y buenas obras es lo que permite el crecimiento de la caridad y gracias del Cuerpo Místico de Jesucristo.

No olvidemos que, en el último día de nuestras vidas, cuando estemos en presencia del Señor; comprobaremos el valor salvífico de nuestra plegaria y de nuestras buenas obras para otros hermanos, cercanos o lejanos, conocidos o desconocidos.

Sigamos orando por todos los fieles difuntos para que siga brillando para ellos “la luz perpetua” y descansen en Paz; y, por nosotros, cuando nuestros corazones aún lloran por la ausencia de nuestros seres queridos.

Precisamente, entre las personas que han sido testimonio de Vida y de Fe se encuentra San José de Calasanz, nuestro Santo Patrono, a quien celebraremos el próximo 27 de noviembre su patrocinio sobre la Educación Popular Cristiana; es una fecha significativa para todos los que conformamos la comunidad educativa del colegio. Pidamos su intercesión por todos nosotros para que juntos, como padres de familia y colaboradores, podamos seguir educando, de manera corresponsable, con dignidad a sus hijos, nuestros alumnos desde la Piedad y las Letras para Gloria de Dios.

Envío mis bendiciones a todos ustedes con la certeza de que Dios nos consuela y anima en nuestro caminar.

Me despido recordando las palabras de amor y esperanza que Jesús nos dejó para mantener nuestra Fe

«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.» Juan 14,1-6

Con cariño:

Mtra. Emma Illescas Navarro
Directora General