Ser mamá de hijas Colón ha sido una experiencia llena de orgullo. Desde el primer día que llevé a mis hijas al preescolar, sentí que pertenecía a una comunidad que fomenta lazos sinceros con otras familias.
Ver a mis hijas contentas por convivir con sus compañeros y aprender nuevas cosas me llena de felicidad. Estoy profundamente satisfecha con la formación integral que han recibido bajo el carisma calasancio. Ser parte de esta comunidad es, sin duda, un privilegio.